No es una novedad que los cambios en el entorno de nuestra empresa afectan profundamente su funcionamiento. Por mencionar algunos: cambios macroeconómicos (como la inflación, aumento de tarifas y costos, nuevas reglas de juego), cambios tecnológicos, cambios en las preferencias de nuestros clientes, la acción de nuestros competidores.

Por otro lado, la revolución digital pone a nuestra disposición una cantidad de datos imposible de manejar día a día. Desde planillas interminables e informes de todos los sectores, hasta lo que cada vendedor cuenta de lo que pasa en la calle y las quejas de los clientes y proveedores vía mail.

En definitiva, necesitamos detectar rápidamente los peligros, pero la cantidad de información disponible es enorme. Queremos estar al mismo tiempo en todos lados y las cosas se nos empiezan a escapar de las manos.
Así como la salud de nuestro cuerpo es monitoreada a partir de ciertos indicadores que surgen de análisis clínicos, mediciones, cuestionarios, el contacto directo a través de revisaciones, etc., también la salud de nuestra empresa requiere seleccionar diferentes fuentes de información y evaluarla de forma integral.
Para lograr esto, lo primero que tenemos que hacer es identificar las variables críticas, teniendo en cuenta las estrategias que nos trazamos, los puntos más vulnerables de nuestra empresa, los aspectos más sensibles a los cambios del entorno:

• Si tenemos mucha financiación externa, debemos prestar atención al cash flow, a nuestro capital de trabajo.
• Si tenemos estrategias comerciales agresivas, o si nuestra competencia pelea con precios, nuestra rentabilidad debe monitorearse de cerca.
• Si nuestros procesos productivos o tiempos de abastecimiento son largos, tenemos que prestar atención a la rotación de los inventarios, a los tiempos reales de cada una de nuestras operaciones.
• Si el peso o el volumen de los materiales que manejamos son altos, los tiempos y costos de logística estarán bajo la lupa.
• Si prestamos servicios y la satisfacción de nuestros clientes es determinante, nuestra atención se centrará en los tiempos de respuesta, en los reclamos y devoluciones, en la opinión de nuestros clientes.

En todos los casos, será fundamental contar con sistemas de gestión versátiles, una adecuada parametrización que permita ingresar y extraer los datos relevantes para nuestra organización, y un apoyo profesional en cada etapa del armado del Tablero de Comandos Integral.

¿Cuál es el estado de salud de su empresa?
Autor
Lic. Mariano Mendoza